SANTO ROSARIO

Meditemos junto a la Virgen María la vida de nuestro Señor Jesús.

El papa Francisco nos ofrece 7 hermosas reflexiones para hacer crecer esta devoción tan arraigada en el pueblo sencillo.

1. “El Rosario fortalece la familia”. En su Twitter ha escrito: “Sería hermoso recitar juntos, en familia, el Santo Rosario. La oración fortalece la vida familiar”.

2. “El Rosario es la oración de los sencillos y de los santos. Es la oración de mi corazón”.

3. “El Rosario acerca al Cielo a los hombres. Llama al pueblo cristiano a multiplicar sus gestos cotidianos de veneración e imitación de la Madre de Dios”.

4. “El Rosario es un arma que protege de los males y de las tentaciones”.

5. “Rezar el Rosario ayuda a superar las pruebas. Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual”.

6. “El Rosario resume la historia de la salvación”.

7. “El Rosario ayuda a obtener la paz en el corazón. Es un arma poderosa con el mal, y un medio eficaz para obtener la verdadera paz en nuestros corazones».

Me vienen a la memoria las palabras de san Juan Pablo II: «El Rosario es mi oración predilecta». Y las de Pablo VI: «El Rosario es el tesoro de la gracia»

MISTERIOS GOZOSOS

Los 5 misterios gozosos se centran en la infancia de Jesús y la vida de la Sagrada Familia y expresan la alegría y la bendición de la presencia de Dios. Se rezan los lunes y sábados.

MISTERIOS DOLOROSOS

Los 5 misterios dolorosos abordan el sufrimiento y la pasión de Jesús dando testimonio de su sacrificio para la redención de la humanidad. Se rezan los martes y viernes.

MISTERIOS GLORIOSOS

Los 5 misterios gloriosos relatan la Resurrección y los episodios posteriores que celebran la victoria sobre el pecado y la muerte, así como la exaltación de Jesucristo y de la Virgen María. Se rezan los miércoles y domingos.

MISTERIOS LUMINOSOS

Los 5 misterios luminosos nos acercan a los momentos de enseñanza y revelación de Jesús como parte de su vida pública. Se rezan los jueves.

REZAR

Oración a la Virgen destanudos

Santa María, llena de la Presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, el maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.

Ya, junto a tu Hijo, intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.

Y, al quedarte para siempre como Madre nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, la que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos

(pide aquí tu petición),

 y que  nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.

Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal.

Señora nuestra, desata los nudos que nos impiden nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle  siempre en nuestros hermanos.

Amén.

El Santo Rosario

San Juan Pablo II

«El Rosario es mi oración preferida. Oración maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta oración repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María escuchó de boca del ángel y de su prima Isabel. A estas palabras se asocia toda la Iglesia.

Se puede decir que el Rosario es, en cierto modo, una oración-comentario del último capítulo de la Constitución «Lumen Gentium» del Vaticano II, capítulo que trata de la admirable presencia de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Sobre el fondo de las palabras «Dios te salve, María», pasan ante los ojos del que las reza los principales episodios de la vida de Cristo, con sus misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, que nos hacen entrar en comunión con Cristo, podríamos decir, a través del corazón de su Madre.

Nuestro corazón puede encerrar en estas decenas del Rosario todos los hechos que componen la vida de cada individuo, de cada familia, de cada nación, de la Iglesia y de la humanidad: los acontecimientos personales y los del prójimo y, de modo particular, de los que más queremos. Así, la sencilla oración del Rosario late al ritmo de la vida humana».

S.S. Juan Pablo II

 

15 Promesas de la Virgen María a quienes recen el Rosario

Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario.

Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:

  1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
  2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
  3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
  4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
  5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
  6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
  7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
  8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
  9. Libraré del purgatorio  a quienes recen el Rosario devotamente.
  10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
  11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
  12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
  13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
  14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
  15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

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